Las actividades desarrolladas por Uruguay en el Área del Tratado Antártico constituyen un componente de la política exterior del país, apoyado en las capacidades operativas y logísticas de las Fuerzas Armadas, y las capacidades científicas y técnicas de las instituciones de ciencia, tecnología e innovación del país. El desarrollo de esas actividades y el mantenimiento de infraestructuras del país en el continente constituyen un enorme desafío tecnológico y exige los más altos estándares de calidad en términos ambientales y de seguridad operacional. La participación de Uruguay en el Sistema del Tratado otorga al país una serie de derechos y responsabilidades, y le ofrece acceso a una serie de oportunidades y recursos potencialmente explotables.